No sé muy bien cómo empezar la
crónica del mejor evento deportivo en el que he estado nunca.
Llegamos a la ciudad condal a
mediodía Mamen y yo, y nada más llegar estaba Mónica esperando para llevarnos a
comer, llevaba 2 años hablando con ella y por fin pude conocerla. Una comida
excelente y muy amena, tomamos café y nos fuimos a la feria del corredor. Una
feria espectacular, simplemente espectacular, cientos de stands de marcas
comerciales, de maratones de distintos sitios de España y de Europa, algo
increíble. Antes de llegar a la Plaza de España no tenía nervios, estaba muy
tranquilo, pero fue llegar allí, ver el arco de meta, las torres, cientos de
miles de personas, totalmente espectacular. Se me encogió el estómago y se me
pusieron los pelos de punta, estaba fascinado y maravillado. Dejamos a Mónica a
media tarde y nos fuimos al hotel, ducha y a dar un paseo por Barcelona y
pegarnos una muy buena cena de hidratos, pasando antes por el Museo del Jamón
que hay en La Rambla, taquitos de jamón, queso, pan con tomate y una cervecita
(no muy buena para la maratón, peeero… jajaja ;D)
Llegó el gran día, había
descansado bien, las piernas estaban bien y tenía muchas ganas, la cabeza
estaba en su sitio para afrontar mi segunda maratón, podía ya oler la medalla
de finisher. Desayuno bien y nos vamos a la salida, llegamos pronto y hacía
bastante frío. Nos quedamos perplejos por ver miles y miles de personas,
corredores, acompañantes, voluntarios, organizadores, atletas de élite con 2h
04´ en maratón, increíble.
Antes del pistoletazo de salida
no puedo explicar con palabras lo que uno se siente, lo que es, lo que se vive,
Mamen graba y fotografía todo lo que sucede a nuestro alrededor, es lo más
increíble que he visto nunca.
Se da la salida y tal y como
tenía en mente, salgo a 5´20´´/km para clavar un 3h 45´. Es un ritmo algo más
lento que mi velocidad crucero, con lo que sé que me permitirá guardar fuerzas
para el final. No para de pasarme gente pero no me preocupo, nadie me saca de
ritmo, una maratón se corre con la cabeza. No paro de repetirme “cabeza
Alberto, cabeza”, clavo los tiempos, 5´12´´ - 5´20´´, todos y cada uno de los
kilómetros hasta la media maratón, veo a Mamen en el km13 y me da un subidón de
moral brutal, le doy un beso, me grita y sigo, me sigue pasando gente, no me
preocupa, no paro de beber continuamente, pastilla de sales a la hora y como
bien, me encuentro bien. Primera media maratón en 1h 52´, voy perfecto.
Aumento el ritmo a partir de la
media maratón a 5´05´´ - 5´10´´ hasta el km30-32. Mamen me espera en el km36, y
estando en el km32 noto que llevo gas en las piernas y de cabeza voy pletórico,
me quiero comer el mundo, pero sigo pensando en tener cabeza, quedan 10kms y
aunque voy sobrado no dejo de correr con la cabeza.
Km35, queda 1km para el Arco del
Triunfo dónde me espera Mamen, decido dar todo lo que tengo, si peto que sea a
1km de meta y a sobrevivir como pueda, pero tengo mucha fuerza en las piernas y
no puedo llegar con ella a meta, tengo que llegar vacío, lo doy todo. Km36,5 y
llega el momento de la maratón, pequeño giro a la derecha y encaro el Arco del
Triunfo, un pasillo humano me hace sentir el más grande del mundo, gente
chillando, un ruido ensordecedor y un pasillo que se hace cada vez más pequeño
nos hace sentir a los corredores los más grandes del universo. Paso por debajo
del Arco literalmente llorando, no lo puedo evitar, corro con los pelos de
punta y llorando, jamás me había pasado algo igual, no olvidaré ese momento
jamás. Lo malo es que no veo a Mamen, hay miles de personas y no consigo verla,
luego me dice que había tanta gente que no había podido colocarse donde
acordamos y para donde yo miraba atentamente, una lástima, sé que ha hecho
hasta lo imposible. No obstante, voy enchufado, voy enorme, bajo de 5´/km y
sigo, adelanto a decenas y decenas de personas (2200 personas en los últimos
10kms para ser exactos), motivadísimo y enchufado llego al km40 y ya sé que no
me vendrá el bajón. Cuando me doy cuenta veo factible bajar de 3h 40´, cuando
el objetivo era bajar de 3h 45´, no bajo el ritmo y voy zigzagueando para
rebasar gente, algunos que van andando totalmente rotos, otros ya castigados
por el ritmo y por el km en el que nos encontramos. 1km a meta y aprieto los
dientes, voy a bajar de 3h 40´ por poquísimo pero lo voy a conseguir.
Encaro la recta de meta y no
puedo describir con palabras esa sensación de volver a cruzar otra línea de
meta tras 42,195kms, es indescriptible. Alzo los brazos en señal de victoria,
esfuerzo durante meses, muchos y duros entrenamientos para conseguir mi
objetivo, lo he conseguido, sub 3h 40´, soy increíblemente FELIZ, vuelvo a ser
maratoniano.
Excelente organización,
voluntarios, avituallamientos, recorrido, feria del corredor, ambiente, cuidado
de todo tipo de detalles, guardarropa, duchas, marcación del recorrido, la
ciudad, la gente; y por poner una pega, me parece excesivo el precio de la
inscripción y una bolsa del corredor muy pero que muy pobre.
La mejor experiencia de mi vida
deportivamente hablando, no lo olvidaré jamás.
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